miércoles, 5 de diciembre de 2007

Celia y Vanina


30 de agosto de ese año Sebastián Cabello, en ese entonces de 19 años, corría una picada con su Honda Civic por la avenida Cantilo, en el barrio porteño de Núñez, cuando chocó de atrás al Renault 6 en el que viajaban Celia González Carman, de 38 años, y su hijita Vanina, de tres. El fuerte impacto hizo que el auto se prendiera fuego y sus ocupantes murieran carbonizadas. Mientras se realizaba la instrucción de la causa Cabello fue excarcelado, pero volvió a ser enviado a prisión cuando no respetó la prohibición de manejar.

En noviembre de 2003 fue condenado a 12 años de cárcel por el delito de homicidio simple por dolo eventual. En septiembre de 2005 la Sala III de la Cámara de Casación redujo la condena a tres años, por considerar que Cabello no tuvo la intención de matar, y cambió la figura legal por la de homicidio culposo, que contempla una pena mucho menor. El 2 de septiembre de ese año el joven quedó en libertad. En Parque Saavedra todavía hay un cartel que recuerda a Celia y Vanina, que eran vecinas de la zona.